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Much@s de nosotr@s, de alguna manera, buscamos a Dios – Divinidad – Creador – Conciencia Única… Pero, ¿dónde se esconde? La respuesta a esta pregunta siempre ha estado, está y estará dentro de nosotr@s…
Nunca he sido una persona religiosa. Durante muchos años, renuncié a Dios, ese Dios que la religión nos mostraba y que, en mi opinión, se aleja bastante de lo que “Dios” significa para mi. Me podría definir como espiritual, en el sentido de que creo en una Energía - Conciencia Única Creadora que, actualmente, llamo “Dios”, con un significado totalmente renovado para mí.
Como buscadora incansable de respuestas que soy, hace ya 6 años tuve la suerte de vivir una experiencia que cambió mi vida… En realidad, más que cambiarla, lo que hizo fue reafirmar mi existencia reconectándome a la esencia que verdaderamente Yo Soy…
Todo empezó cuando asistí a realizarme una sesión de una técnica-terapia llamada Sintonización Arquetípica. Lo que yo buscaba era encontrar respuestas a una cuestión física que me preocupaba. Lo que no sabía es que las respuestas que encontraría irían mucho más allá de la cuestión relacionada con mi cuerpo físico…
La sesión comenzó con una simple imposición de manos del facilitador, sentados cómodamente, sus manos frente a las mías. Enseguida, empecé a notar cómo una energía sutil cosquilleaba en mis palmas y entraba por mis manos. Entonces, me pidió que cerrara los ojos para estar más presente en lo que iba sintiendo y no distraerme con lo que ocurría en el entorno.
A partir de entonces, el facilitador me pidió que efectuara algunos movimientos de desbloqueo energético (ahora sé que sirven para eso) y fui notando un montón de sensaciones, tanto físicas como sensoriales. Al parecer, estaba circulando y actuando dentro de mí esa energía misteriosa…
Llegado ese punto, el facilitador puso sus dedos en mi chakra del corazón presionándolo con insistencia y todo se activó... Tuve la percepción de tener un camino de luz blanca ante mí que subía hacia arriba en forma de espiral y empecé a subir por él. No sabía a dónde me conduciría, aunque la sensación que yo tenía era muy agradable. Entonces ocurrió algo totalmente inesperado por mí…
Cuando llegué al final del camino, me encontré con Jesús y María que me recibían dándome la bienvenida a casa… ¡Estaba completamente asombrada ante tal vivencia!
Como persona no religiosa, nunca me había sentido conectada con la Madre María, ni atraída por la figura del Maestro Jesús. Mi mente racional no podía comprender lo que estaba ocurriendo, pero mi corazón no quería perderse esa fascinante experiencia, así que me dejé guiar por él…
Y lo que ocurrió a continuación fue que empecé a recibir sus hermosos mensajes: “Es el camino del amor y hay que dejarse guiar por él… El amor es lo que nos une a todos… Es la red que nos conecta a todos… Es la única energía que existe, que es verdadera… La verdad está dentro de ti…”
Sentí una gran calma y una serenidad muy profunda. Después de esos mensajes y otros que hacían referencia a mi vida personal, sentí como flotaba, no notaba mi cuerpo físico, era ligera como una pluma… Me sentía como si hubiera regresado a mi hogar, un hogar lleno de paz y amor, el hogar al que tod@s volvemos cuando abandonamos nuestro cuerpo físico.
Más allá de lo que podría considerarse una experiencia mística, con lo que me quedé fue con la revelación de que la única energía fundamental y que nos une a tod@s es el AMOR, esa es nuestra verdadera esencia, esa es la esencia de la VIDA. Sinceramente, nunca he vuelto a tener una vivencia como esa, en la que pude experimentar tan vívidamente lo que es nuestra verdadera esencia, lo que realmente somos.
A raíz de mi experiencia, quise saber más de las Sintonizaciones Arquetípicas, de porqué se producían esas impactantes conexiones y qué finalidad tenían, así que me formé como facilitadora de ellas. Entonces, comprendí que de lo que se trataba era de facilitar a las personas que se reconectaran con su propia esencia, libres de todo lo que les bloquea esa conexión, y así ayudarles a fluir con la Vida.
A estas alturas, quizás os preguntáis qué tenían que ver Jesús y María con esta técnica-terapia y qué relación tiene todo esto con Dios… Pues bien, voy a contaros lo que yo aprendí en el curso y lo que comprendí a través de mis propias sintonizaciones.
Estas sintonizaciones o conexiones se llaman “arquetípicas” porque, en ellas, la información se nos muestra a través de los arquetipos Padre-Masculino, Madre-Femenino e Hijo-Vida. En mi primera conexión, se manifestaron el arquetipo Madre-Femenino, representado por María, y el Hijo-Vida, representado por Jesús.
El “arquetipo Madre” representa el lado femenino de la Divinidad, la energía del AMOR. El “arquetipo Hijo” representa la energía de VIDA, de la resurrección después de la muerte. También, aparece el “arquetipo Padre”, representando el lado masculino de la Divinidad y la energía de la FUERZA.
En nosotr@s, debe producirse la unión de las dos partes, la femenina y la masculina, el AMOR y la FUERZA, así integrando los dos lados, podremos experimentarnos como seres completos y en plenitud, dando lugar a la manifestación de la VIDA en nosotr@s.
Muy a menudo, no estamos reconciliados con alguno de los lados, femenino o masculino, o incluso puede ser que con ninguno de los dos… Esto es debido a que tenemos bloqueos que no permiten que toda la información esté completamente integrada en nosotr@s.
¿Cuál es el origen de esos bloqueos?
Esos bloqueos están relacionados con la información heredada de nuestro Árbol Genético Familiar, con las experiencias de Vidas Pasadas que nos han impactado negativamente y con las carencias que hemos vivido en nuestra infancia.
Os pondré algunos ejemplos para que se entienda mejor a qué me refiero.
Por ejemplo, un Árbol Familiar en el que los hombres de la familia siempre han sido muy autoritarios, poco sensibles y comunicativos. Los descendientes que heredan esa información pueden tener un bloqueo o carencia por estar más conectados con la Fuerza que con el Amor o cariño.
Otro ejemplo: Vidas Pasadas de mujer no valorada y maltratada por los hombres. Esa información puede provocar un bloqueo o rechazo a su lado femenino, por miedo a conectar con el Amor.
Y un último ejemplo. El niño que ha tenido una madre rígida y poco cariñosa, por ausencia de Amor, puede bloquear y estar rechazando el lado femenino.
Toda esa información está en nuestro ADN y esa información no es sólo genética o biológica, sino también energética o vibracional.
Los seres humanos somos un compendio de información codificada en nuestro ADN. El ADN, es un ácido nucleico que contiene las instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos, y es responsable de su transmisión hereditaria. La función principal de la molécula de ADN es el almacenamiento a largo plazo de información. Es como un código de instrucciones.
Sólo el 10% de nuestro ADN se utiliza para construir proteínas, el otro 90% es considerado "ADN chatarra o basura" por los genetistas.
Pero, si la naturaleza es sabia, ¿alguna función tendrá ese 90% de nuestro ADN, no? Eso es lo que quiso averiguar el Grupo ruso de investigación Garjajevâ´s. Sus experimentos y resultados fueron recogidos en el libro "Vernetzte Intelligenz", escrito por Grazyna Fosar y Franz Bludorf en el año 2001.
El biofísico y biólogo molecular Pjotr Garjajev y sus colegas exploraron la conducta vibracional del ADN. Trabajaron con instrumentos que podían influenciar el metabolismo celular a través de frecuencias moduladas de radio acorde y frecuencias de luz.
Captaron patrones de información de un ADN en particular y lo transmitieron hacia otro, reprogramando las células a otro genoma. Consiguieron transformar, con éxito, embriones de rana a embriones de salamandras, simplemente por transmitir sus patrones de información de ADN. De esta forma, la información fue transmitida y modificada solamente aplicando la vibración.
Este descubrimiento demostró que, nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro cuerpo biológico, sino que también sirve como almacén de información y comunicación de tipo vibracional.
Lo más importante de todo esto es que nuestro ADN codificado con información de nuestro Árbol Familiar, Vidas pasadas y experiencias vividas en nuestra infancia, puede ser “reprogramado” a través de frecuencias de luz y sonido.
Y así es como funcionan las Sintonizaciones Arquetípicas, a través de la imposición de manos, se irradia a la persona una frecuencia de luz que entra en su cuerpo y modifica su ADN, reprogramándolo, rellenando sus carencias de luz (bloqueos) con nueva información llena de AMOR y FUERZA, para que se integre en ella toda la información por completo y dé lugar a un ser transformado y renovado. Es la RESURRECCIÓN de la Vida de la que antes os hablaba.
Esta transformación nos conecta a nuestra verdadera esencia, llena de Fuerza y de Amor, de Luz y de Vida, a imagen y semejanza de Dios, pues eso es lo que somos…
La Verdad está dentro de nosotr@s... Ahora ya sabéis a qué me refería…
Amig@s, ya es momento de despedirme de vosotr@s, con la alegría de haber compartido una vez más lo que soy y lo que sé. Gracias por vuestra atención y, sobretodo, ¡nunca olvidéis lo que verdaderamente sois!
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