Consciente e Inconsciente en Shiatsu, por Lola Berbel

Uno de los objetivos principales del Shiatsu es hacer consciente a la persona que viene a recibir terapia de su estado físico,  de su estado mental y  emocional. De esta manera, siendo consciente, podrá activar la autocuración.

 

¿Y por qué autocuración? Porque los terapeutas somos “simplemente” facilitadores. 

El terapeuta es aquel que te acompaña a la puerta de tu sanación y quien te anima a entrar,  pero eres tu quien debe traspasar la puerta  y hacerte cargo de tí mismo, responsable de lo que te pasa y por qué te pasa. 

Otro de los niveles a los cuales  podemos acceder a través de un tratamiento con Shiatsu es el nivel espiritual.

Sin llegar a entrar en aspectos que podrían considerarse místicos, podemos tratar a la persona en ese nivel si es eso lo que ella necesita en ese momento.

Podemos ayudar a la persona a conectar con contenidos inconscientes para que ella misma rescate esa sabiduría que todos tenemos y a la cual, muchas veces,  nos resulta difícil acceder.

¿Cómo podemos conectar con el inconsciente a través del Shiatsu?

Es muy sencillo y aunque parezca cosa de magia, no lo es.

En una sesión de Shiatsu podemos llegar a un nivel de relajación tan profunda que nos permita acceder a esos contenidos inconscientes. 

Además, estamos movilizando Energía facilitando así a la persona a conectar con  información que le permitirá llegar a un nivel profundo de Conciencia.

Entraremos en estado alterado de conciencia donde no existirá ni el espacio ni el tiempo y donde cualquier recuerdo o información que nos sea útil para nuestra evolución puede aflorar a  través de imágenes, palabras, símbolos, incluso sonidos y olores. 

Es licito que puntualice que no todo el mundo necesita ni desea  conectar a este nivel,  por lo que es posible,  que siguiendo la premisa de que el Shiatsu nos aporta aquello que necesitamos en el momento en el que estamos, la persona no llegue nunca a experimentar a este nivel.

Como ejemplo os contaré una experiencia personal:

Hace años, cuando todavía no había empezado mi formación de Shiatsu, tuve el placer de recibir unas sesiones de la persona que  después sería mi Maestra. 

En una de estas sesiones experimenté lo que yo consideré en aquel momento,  una serie de “visiones”. 

Me encontraba en un momento de mi vida en el cual debía tomar ciertas decisiones importantes y no sabia cómo hacerles frente. 

Cuando acabó la sesión y después de haber recibido cierta información a través de las “visiones”, supe perfectamente qué debía hacer y qué camino debía tomar en mi vida.

La visión fue muy sencilla. 

Vi a mi padre que me entregaba un libro que tenia escondido detrás de una piedra del muro de nuestra casa. 

En otra “escena”, vi cómo enterraban a mi padre en un ataúd que era una caja muy sencilla hecha de  madera. 

Eramos pobres pero él me quiso transmitir la pasión por el estudio, por los libros, por el conocimiento.

Ahora, después de muchos años y de adentrarme en otra terapia fascinante como es la Terapia Regresiva, he podido constatar que lo que aconteció ese día en la sesión no fueron unas simples visiones; fue una regresión a una vida pasada. 

De hecho, el famoso psiquiatra Brian Weiss, quien desde hace ya muchos años trabaja y difunde la Terapia Regresiva, habla en uno de sus libros de cómo una de las primeras experiencias que él tuvo con los recuerdos de vidas pasadas, fue justamente mientras recibía una sesión de Shiatsu.

Este es uno de los muchos ejemplos y quizá uno de los más llamativos, de cómo a través del Shiatsu podemos acceder a esa curación que nos proporciona el conectarnos con nuestra sabiduría inconsciente.

Simplemente nos estiramos en el futón y confiamos en nuestro terapeuta y en nuestra capacidad para hacernos conscientes de qué es lo que nuestro cuerpo físico y nuestro cuerpo energético necesita. El resto,  vendrá según la necesidad de evolución de cada persona en el momento en que se encuentre.

El terapeuta es aquel que te acompaña a la puerta de tu sanación y quien te anima a entrar,  pero eres tu quien debe traspasar la puerta  y hacerte cargo de tí mismo, responsable de lo que te pasa y por qué te pasa.

Lola Berbel, Terapeuta Shiatsu desde el 2008
Consulta en Mollet del Valles

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